Por: Fidel Alejandro Manzanares Fernández para AfroKuba
La conferencia: “Nicolás Guillén: nuevos apuntes a su diálogo con Haití”, de Emilio Jorge Rodríguez abrió la senda hoy de la penúltima fecha del Coloquio que lleva el nombre del poeta nacional de Cuba, y que organiza la Fundación homónima.
El panel sobre la nación más cercana al sureste de Cuba estuvo enfocado en resaltar las realidades culturales, para resaltar investigaciones sobre la cultura popular tradicional e identidades étnicas de origen haitiano en el oriente de la Mayor de las Antillas; además del legado vudú o proyectos socioculturales de tradiciones de ese hermano país , ocuparon la agenda de los académicos.
A decir del profesor de origen haitiano y radicado en Canadá, Edgard Gousse, “es digno saber que existen estos espacios totalmente opuestos a aquellos que promulgan toda la barbarie que ha construido el imaginario mediático, de la industria del entretenimiento, y los medios en general sobre Haití”.
“La obra de Jean Price y Guillén muestran que la poesía puede ser el reflejo de la ideología ante la explotación y el colonialismo que han sufrido estas dos naciones”, refirió el estudioso.

En su artículo del año 2004 en La Jornada, Eduardo Galeano no pudo ser más certero al referirse a la esencia de esos habitantes de una fracción de La Española.
“Haití fue el primer país donde se abolió la esclavitud. Sin embargo, las enciclopedias más difundidas y casi todo los textos de educación atribuyen a Inglaterra ese histórico honor. Es verdad que un buen día cambió de opinión el imperio que había sido campeón mundial en tráfico negrero; pero la abolición británica ocurrió en 1807, tres años después de la Revolución haitiana, y resultó tan poco convincente que (…) Inglaterra tuvo que volver a prohibir la esclavitud.(…) En ese infierno tan temido, todos son escultores. Los haitianos tienen la costumbre de recoger latas y fierros viejos y con antigua maestría, recortando y martillando, sus manos crean maravillas que se ofrecen en los mercados populares. (…) Haití es un país arrojado al basural, por eterno castigo de su dignidad. Allí yace, como si fuera chatarra. Espera las manos de su gente”.